Me decidí a crear este blog porque me siento a gusto entre libros.

El azar me los pone en las manos. Unos puedo leerlos, otros se van al montón de los deseos, y me acompañan desde allí.

Me gusta comentar lo que leo, quizás pueda ayudar a alguien a elegir una lectura.

Los escritores calibran las palabras, rastrean hasta dar con el tono, proyectan las imágenes. Buscan tramas seductoras, tantean lo experimental. Después, en ese entramado apoyarán sus reflexiones, sus críticas, sus emociones, sus deleites y sus zozobras. Muchos ni siquiera están dispuestos a ahorrarnos la deformidad o la locura.

Los destinatarios de toda esa mezcla son los lectores, que recorriendo cada página se van adueñando de esos textos, luego las palabras se van diluyendo en nuestro río interno y se funden con todo lo que somos, con todo lo que pensamos, con todo lo que hemos vivido.

Con los libros crecemos, con ellos nos conmovemos, nos inquietamos, polemizamos; gozamos. Los autores atan contenidos con un código más o menos velado. Para mí es un reto desentrañar su combinación. A veces es una tarea compleja. Pero disfruto.