Un final necesario para que el lector se reconcilie con la existencia, porque el detective reordena el caos que el delito originó.
Jon Sistiaga mira el conflicto vasco como novelista para contar su verdad.
Elizabeth von Arnim nos descubre su mundo desde el sarcasmo.
Te sientes bien cuando triunfa el policía que no se da por vencido.
Cada lectura tiene su momento y su lugar.
El detective ve cómo su pasado se le viene encima en su último caso.
La señora March retrata a tres mujeres apretadas en un mismo cuerpo.
Les ha costado encontrar el camino hasta el corazón del otro.
Una trama policiaca sólida llena de la vida que nos rodea.
Una inspectora excesiva que muerde una caso y no lo suelta.
No todo es lo que parece. El final ilumina la otra manera.